¿Cómo hacerle mantenimiento a tu bici?

¿Cómo hacerle mantenimiento a tu bici? Esta es la pregunta que se hacen muchas personas cuando ya tienen algún tiempo con su bici pero quieren mantenerla en óptimas condiciones. En Comprar Bici Urbana Online estamos conscientes de esto y por ello te daremos una serie de recomendaciones útiles para que tu bici se mantenga como nueva y en el mejor estado posible. Continúa leyendo.

Cuidados rutinarios

Como todo en la vida las bicicletas también demandan ciertos cuidados mínimos que se deben realizar para alargar su vida útil. Existen acciones diarias -antes y después de salir de casa- y otras que se hacen después de recorrer cada ciertos kilómetros.

Existen muchos beneficios de andar en bici por la ciudad, pero antes de salir de tu casa tómate un poco de tiempo para verificar los siguientes aspectos: la presión de los neumáticos, si la cadena está lo suficientemente engrasada, si las ruedas están bien centradas, la tensión de los cables del freno. Si eres las de las personas que controla los recorridos de entrenamiento, ajusta el ciclómetro y nunca dejes tus herramientas.

Al regresar a casa también debes tomar pequeñas medidas que prolongarán la vida de tu bicicleta, entre ellas: eliminar la suciedad de los neumáticos, sobre todo si tiene piedras u objetos extraños, revisar la tensión de los radios, en especial si has caído en algún hueco.

En nuestra tienda online podrás conseguir algunas herramientas para que armes tu propio kit de reparación y juego de limpieza. Nunca está demás tener en casa productos de engrase; con eso, más agua y jabón, tu bici siempre estará limpia y bien engrasada, lista para pedalear.

Otro aspecto general de cómo hacerle mantenimiento a tu bici, es guardarla en lugares apropiados. Estas no pueden estar en espacios húmedos -el agua las oxida y la corrosión daña las piezas más importantes-. Si la guardarás por una temporada -quizá no te guste andar en bici en otoño–invierno, coloca una sábana vieja sobre ella para aislarla de la suciedad o polvo.

Cómo hacerle el mantenimiento a una bici clásica

Uno de los puntos que no se pueden dejar de hacer en cuanto al mantenimiento de tu bici es engrasar las cadenas de forma habitual. Lo recomendable es hacerlo 2 o 3 veces a la semana, sobre todo aquellas personas que usan este medio de transporte para ir al trabajo o suelen dar largos paseos en ella.

El agua con jabón no es aconsejable que caiga en los sistemas con grasa. Será mejor usar un trapo húmedo para limpiar todo. También existen productos especiales destinados para ello.

En el caso que el agua entre a los engranajes o la cadena, esta se oxidará y tendrás que adquirir una nueva, así que debes tener cuidado con este aspecto. El engrase se hace con un aceite especial para bicis y un trapo, hay brocas especiales que también sirven para hacer esta actividad. Más adelante explicaremos a fondo cómo hacer el mantenimiento a esta pieza

Entre las piezas en las que colocaremos una pequeña gota de aceite para engrasar la bici están: la tija del sillín, el manillar, los cables de frenos o los ejes de las ruedas y la correa para que no se atasque.

En el momento que estés aplicando la grasa a tu bici debes tener cuidado que el aceite no entre en contacto con las pastillas del freno o con la parte de la superficie del pedal.

Este tipo de cuidado se hace más que nada en el caso que la bici ya tenga tiempo usándose o la hayas adquirido de segunda mano. Siempre se recomienda, revisar, en el chequeo mensual, los puntos más importantes: cadena, ruedas, frenos, dirección y cableado.

Para examinar que todos los eslabones de la cadena están en óptimo estado, colóquela boca abajo. Empiece a mover todos los pedales lentamente y fíjese muy bien que no haya irregularidades en el recorrido.

En cuanto a las ruedas, en ocasiones suelen estar mal alineadas, resultado de golpes o haber caído en un hueco. Te pones al frente de ellas, las hace girar y ves si hacen el recorrido en línea o un 8, en el caso de la segunda, debes hacerle su respectivo mantenimiento.

Revisión de cubiertas, ruedas y frenos

Las cubiertas no se pueden perder de vista porque pudiesen estar cuarteadas. En es caso hay riesgo de pinchazo o poco agarre. Cuando las bicis son guardadas o tienen mucho tiempo sin rodar, quizá lo mejor sea cambiar las cubiertas.

Colócales algo de presión y así comprobarás si la goma está o no en óptimas condiciones. Cuando hay rajas o grietas, deséchelas.

Los frenos suelen ser unos de los grandes olvidados en la revisión de las bicis y estos son fundamentales porque representan la seguridad de la bici.

Para saber si estos están funcionando bien, en el momento que frenes, la maneta no debe llegar al puño del manillar. Cuando esto sucede, es sinónimo que hay poca tensión en el cable, quizá que las zapatas están muy gastadas. Las zapatas suelen ser baratas y nunca está demás sustituirlas por seguridad.

Si harás una ruta larga es necesario que compruebes que todos los tornillos de sujeción estén bien ajustados. Estos están entre el manillar, la abrazadera vertical, horquillas, manetas del freno, pinza y discos de frenos.

Las ruedas siempre deben estar bien infladas. Cuando adquieras tu bicicleta urbana, debes comprar un medidor de presión y una bomba. En el caso que no tengas lo segundo, en cualquier estación de servicio, podrán colocarle aire a tus neumáticos.

Con el paso de los días las ruedas siempre perderán presión, así que siempre debes estar comprobando este factor. En el caso que se desinflen muy rápido, quizá tengas que revisar la cámara porque puede ener un pinchazo o fuga.

Mantenimiento de la cadena

Este es el elemento central de la mecánica de la bicicleta, así que habrá que cuidar de ella. Por ello hemos hecho mención aparte de esta pieza.

Los principales enemigos de una cadena de transmisión serán el polvo, arena y otras suciedades que suelen tener un efecto abrasivo y reducen su tiempo útil.

Para que funcione bien este es el mantenimiento que se le debes hacer:

• Desengrasar: rociar la cadena y, con un pincel, frotar para quitar las impurezas.
• Sacar la cadena: hazlo con la ayuda de un trapo, pedalea hacia atrás con las manos y con mucho cuidado saca la cadena con el trapo.
• Limpieza: una vez que retiraste la cadena de tu bici colócala en el suelo y rocíala con limpiador. Con un viejo cepillo de dientes retira todas las impurezas que pueda haber acumulado. Sé cuidadoso y presta atención a eslabón por eslabón.
• Lubricación: el aceite debe ser específico para cadena y desviador. Vuelve a colocar la cadena totalmente limpia en tu bici y empieza a aplicar lubricante en toda la cadena. No te pases con el aceite, los excesos no son buenos. Con una simple pasada, bastará.
• Protección de la cadena: si quieres mejorar el desempeño de tu cadena aún más, aplica lubricantes a base de silicona o con partículas de teflón, estos son muy buenos y recomendados porque penetran con profundidad entre los eslabones.

Para la temporada de invierno existen lubricantes que son recomendados para evitar que la cadena se reseque y no le aparezcan rastros de corrosión -pequeñas huellas naranjas-.

Es recomendable emplear productos biodegradables para no impactar negativamente en el medioambiente. Hay presentaciones concentradas con las que no tendrás que emplear grandes cantidades porque son rendidores.

Mientras más cuides tu cadena, mejor porque evitarás riesgos de rotura o el desgaste prematuro. El mantenimiento a estas se debe hacer todas las semanas y después de cada día de lluvia, para que su vida útil sea prolongada.

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